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ZooMorfia es un proyecto de arte encontrado. Son esculturas de insectos hechas a partir de piezas usadas de aislantes eléctricos como estructura principal, combinadas con piezas de carros, llaves de paso, aros de bicicletas, aspas de abanicos, tapas de tanque de oxígenos, entre otras.

El nombre ZooMorfia surge como descripción misma del proyecto. –Zoo- como prefijo que denota a los animales, y –Morfia- por ser esculturas alegóricas o inspiradas en la morfología de los animales.

El Arq. Pons siempre ha tenido un interés particular en los objetos de ambientación y arte, en su búsqueda de ir más allá de la arquitectura y la creación de espacios, ve usos alternativos en piezas de uso común. Es así como surge ZooMorfia. En un viaje al interior del país encontró una serie de aisladores eléctricos abandonados y se sintió inspirado a crear arte con ellos. Entre ideas, se pensó en que estas piezas se asemejan al cuerpo de algunos insectos, y de ahí nace la idea de hacer insectos con ellas. Tras investigar bien sobre la morfología de los insectos a trabajar se
hicieron bocetos del posible ensamblaje de las piezas y se pensaron en piezas nuevas que pudieran completar la idea. Es así como, bajo la inspiración del Arq. Pons, la dirección creativa del Arq. Juan Manuel Núñez y la mano de obra de un herrero, que las esculturas de ZooMorfia fueron tomando vida.

Es gratificante ver la obra final, y que cada pieza que inicialmente era totalmente distinta en forma y más aún en uso, se funde con la otra creando una pieza artística. Sabemos que el cometido se ha logrado cuando ya las piezas no se identifican fácilmente por su uso ordinario y simplemente se perciben como parte de un todo. Lo que era antes una llave de paso es tal vez ahora la cabeza de la libélula, o un aro de bicicleta es parte de las alas de una mariposa. El hecho de que sean piezas usadas, marcadas, rayadas y hasta oxidadas es lo que le da personalidad e individualidad a cada insecto creado, y he aquí la magia del proyecto